Las modernas campañas de phishing, el malware y otras ciberamenazas lanzan una amplia red: nadie es "demasiado pequeño para ser un objetivo". Si eres como la mayoría de la gente, tu vida digital es más importante que nunca. |
Almacenamos grandes cantidades de datos -registros financieros, fotos/vídeos, calendarios familiares, proyectos independientes y mucho más- en nuestros ordenadores personales y smartphones.
¿Has pensado alguna vez en lo perjudicial que sería perder esos datos? ¿O que se hagan visibles para personas no deseadas?
La realidad es que hay muchas formas de perder, dañar o exponer sus archivos sensibles. Echemos un vistazo a algunas de las amenazas más comunes para tus datos, y cómo puedes reforzar tu protección hoy mismo.
1. La ciberdelincuencia
Es casi seguro que ha leído los titulares: el ransomware y otros ciberataques han hecho furor en los últimos dos años. Pero la mayoría de estos ataques que dominan las noticias fueron contra grandes corporaciones y agencias gubernamentales.
¿Crees que eres "demasiado pequeño para ser un objetivo"? Lamentablemente, eso ya no existe.
Los ciberdelincuentes actuales utilizan la automatización y otras tecnologías avanzadas para lanzar ataques generalizados contra miles o incluso millones de usuarios a la vez. Aunque a veces se dirigen a una persona o empresa concreta, las mayores amenazas no discriminan.
No importa quién seas, la protección antimalware avanzada se ha convertido en algo fundamental para mantener tus archivos, fotos, aplicaciones y configuraciones importantes a salvo de la codificación, y de las miradas indiscretas.
2. Explotación de las redes sociales
Las plataformas de las redes sociales son un objetivo primordial para los ciberdelincuentes. Cada día se accede a miles de cuentas de forma inapropiada. Si tu cuenta de Facebook o Twitter se ve comprometida y utilizas las mismas credenciales para acceder a tu banco o a tu correo electrónico, esos datos también están en peligro: los delincuentes pueden utilizar programas automatizados para intentar entrar rápidamente en muchos otros sitios web con una determinada combinación de nombre de usuario y contraseña.
Incluso si sus cuentas no se ven comprometidas directamente, los ciberdelincuentes pueden utilizar datos públicos -sobre sus amigos, su empresa, sus intereses- para crear mensajes de phishing convincentes. Estas amenazas pueden hacer que hagas clic en un enlace malicioso o que descargues malware sin querer.
Lo mejor es utilizar contraseñas diferentes para cada una de tus cuentas, para minimizar el daño potencial de una filtración de datos.
Los gestores de contraseñas -entre los más populares se encuentran Bitwarden, LastPass y 1Password- pueden ayudarte a controlar tus credenciales.
Mantente alerta ante cualquier correo electrónico u otros mensajes que parezcan fuera de lo normal, especialmente si te piden que hagas clic en un enlace o abras un archivo adjunto. ¡Y recuerda siempre tener cuidado con lo que publicas en un entorno público!
3. Ausencia de actualizaciones de software
Tu sistema operativo (como Windows o macOS) y tus aplicaciones favoritas son piezas de software muy complejas. Los ciberdelincuentes siempre están buscando nuevas e inesperadas formas de explotar estos programas. A veces, encuentran fallos en el código existente; otras veces, una característica recién introducida podría romper la compatibilidad con otro software y abrir una brecha.
Las empresas de software suelen publicar actualizaciones para solucionar los problemas de seguridad a medida que se descubren, pero esas actualizaciones no servirán de nada hasta que se instalen en el ordenador. Y el tiempo es esencial: un informe reciente descubrió que los ciberdelincuentes empiezan a buscar usuarios vulnerables tan sólo 15 minutos después de que se haga público un nuevo fallo de seguridad.
La semana pasada, Apple instó públicamente a los usuarios de la mayoría de sus dispositivos a actualizar su software. La compañía había descubierto una vulnerabilidad que afectaba a muchos modelos nuevos y antiguos de iPhone, iPad e incluso algunos iPods, y que podía permitir a los hackers hacerse con el control total. Instalar las actualizaciones de software puede ser una molestia menor, pero es muy importante hacer de éstas una prioridad.
4. Fallo del disco duro
Cualquier pieza de hardware es susceptible de fallar, y los discos que almacenan tus datos no son una excepción. Las unidades de almacenamiento (especialmente los discos duros) tienen una vida útil limitada. Cuando fallan, a menudo lo hacen sin previo aviso: un día, su ordenador simplemente no arranca.
Si ha establecido un programa regular de copias de seguridad de los datos, siempre tendrá una copia reciente de sus archivos importantes, que podrá restaurar en una nueva unidad de almacenamiento o incluso en un ordenador completamente diferente en un instante.
Recomendamos una combinación de copias de seguridad locales y en línea, basadas en la nube, para garantizar que tus datos estén fácilmente disponibles y accesibles desde cualquier lugar.
5. Perder tus dispositivos
Una cosa es que falle el disco duro, pero ¿qué pasa si se pierde o te roban todo el dispositivo? Los ordenadores portátiles y los teléfonos inteligentes, repletos de datos valiosos, son los principales objetivos de los ladrones (el propio hardware también suele valer mucho). Y los llevamos a todas partes, por lo que es fácil extraviarlos.
Según una estimación, en 2021 se perdieron o robaron 8,7 millones de teléfonos, es decir, más de 24.000 al día.
Este es otro escenario en el que las copias de seguridad basadas en la nube de todo tu sistema pueden ahorrarte una gran cantidad de problemas. Configúrelas para que se ejecuten de forma regular y podrá acceder a las últimas copias de sus archivos en línea y recuperar los datos personales en un dispositivo nuevo o temporal.
Fuente: https://www.bleepingcomputer.com/news/security/five-ways-your-data-may-be-at-risk-and-what-to-do-about-it/?traffic_source=Connatix