Jason Bergstrom, director y líder de fábrica inteligente de Deloitte, rastrea la evolución de la fábrica inteligente y define el término tal como se aplica a las herramientas tecnológicas modernas.
La definición del término "fábrica inteligente" ha evolucionado a lo largo de los años, en consonancia con los avances tecnológicos. Las primeras aplicaciones tendían a adaptarse a instalaciones concretas con casos de uso limitados, afirma Bergstrom. Pero a medida que se aceleraba el ritmo de adopción, las fábricas empezaron a adquirir sistemas más integrados, que abarcaban todas las funciones y eran de naturaleza más "integral". Además, la llegada de la nube y del Internet de las cosas facilitó la adopción de la tecnología, al tiempo que proporcionó a las fábricas más datos que nunca.
La fábrica inteligente de hoy en día abarca múltiples tecnologías de vanguardia, incluidos los sistemas de visión, los robots móviles autónomos y el uso de un gemelo digital para ejecutar simulaciones y optimizar las operaciones. "Todas ellas están haciendo grandes aportaciones", afirma Bergstrom.
Todas estas tecnologías prometen una mayor eficiencia y ahorro de costes a largo plazo, pero requieren una inversión inicial considerable. "Ciertamente, no es para los débiles de corazón", dice Bergstrom. "Sí que cuesta dinero". Y una vez gastado el dinero, además de adquirir y familiarizarse con la tecnología, las operaciones deben considerar las implicaciones para los trabajadores humanos. Una fábrica inteligente significa menos personas en la línea de producción, pero también requiere la contratación de un grupo de humanos más formados para diseñar sistemas y gestionar las máquinas.
Aun así, las fábricas no tienen más remedio que adoptar la tecnología inteligente. La pandemia ha planteado toda una serie de nuevos retos a las cadenas de suministro, como el acceso a la mano de obra y la necesidad de superar la congestión y la escasez en todo el sistema. Para tener éxito en un entorno difícil, las fábricas deben pasar de lo analógico a lo digital, es decir, convertirse en "inteligentes".
Fuente: https://www.supplychainbrain.com/articles/34354-watch-will-2022-be-the-year-of-the-smart-factory